Traductores automáticos: un arma de doble filo
Quién no ha usado nunca un traductor automático? Hoy en día podemos encontrar en Internet multitud de traductores automáticos que ofrecen la posibilidad de trasladar a otro idioma de manera instantánea y gratuita cualquier texto. Son accesibles para todos los que tienen acceso a la Red y además, las combinaciones de idiomas que ofrecen son múltiples.
Sin embargo los resultados pueden ser catastróficos si confiamos en que es suficiente con introducir el texto en la casilla y pulsar en “traducir” ya que a pesar de la evolución de esta herramienta, un traductor automático no piensa y por tanto no reconoce fenómenos del lenguaje como la sinonimia, homonimia, polisemia, etc.
Usando un ejemplo simple del español al inglés ¿Cómo sabe el traductor automático que cuando escribimos “lengua” nos referimos a “tongue” (parte del cuerpo) y no a “language” (idioma)? En este caso una persona distingue el significado por el contexto, pero para el traductor automático el contexto no es más que una serie de palabras encadenadas. Ésta es la razón de que los traductores automáticos no sean del todo fiables y de que en ocasiones el texto final resulte casi igual de difícil de entender que el original.
Veamos algunos ejemplos de traducciones del español al inglés en tres de los traductores más populares (os dejo el link para que hagáis la prueba):
En el primer caso el texto original procede de las instrucciones de uso de una plancha: “El modelo ligero y compacto de esta plancha hace que sea ideal para llevarla de viaje.“
- Google: The lightweight and compact model of this plate makes it ideal for carrying books.
- elmundo.es: The light and compact model of this plate does that it is ideal to take her of trip.
- Babylon: The compact lightweight design of this iron makes it ideal for travel companion.
Para empezar, en dos ocasiones obtenemos plate como traducción de “plancha”, cuando el término correcto es iron. Además ninguno de ellos coincide en la parte final, de hecho obtenemos resultados tan sorprendentes como carrying books (transportar libros).
Ahora un fragmento de la página web de un grupo musical: “Amaral, nombre artístico de la zaragozana Eva Amaral, comenzó tocando la batería en un pequeño grupo de su ciudad, mientras compaginaba su vocación artística con los estudios de arte.“
- Google: Amaral, stage name of Eva Amaral Zaragoza, began playing drums in a small group of his city, while he combined his artistic vocation with art studios.
- elmundo.es: Amaral, pen name of the zaragozana Eve Amaral, started by touching the battery in a small group of his city, while he was reconciling his artistic vocation with the studies of art.
- Babylon: Amaral, artistic name of the imprenta zaragozana Eva Amaral, began playing the battery in a small group of his city, while fits into his vocation artistic with the studies of art.
En esta ocasión también los resultados que obtenemos difieren tanto en la traducción de “nombre artístico”, como en el nombre del artista, ya que mientras algunos optan por traducirlo otros lo mantienen. Lo más llamativo, la traducción de “tocando la batería”, que en ningún caso se puede traducir por battery (pila) ni con el verbo to touch ya que tocar un instrumento en el sentido de hacer música se dice play.
Finalmente, las instrucciones de lavado de una prenda de ropa:
- Google: Lavado a mano, no lejía, no usar, la plancha se enfríe.
- elmundo.es: La mano se lava, no blanquee, no caiga, el hierro chulo.
- Babylon: Mano lavar, no lavandina, no usar secadora, plancha fría luego.
Aquí es obvia la confusión entre “plancha” y “hierro” (ambos iron en inglés) y “frío” y “chulo” (ambos cool) lo que hace que no tenga sentido el resultado. Además, podemos observar que no diferencian entre palabras usadas solo en ciertas regiones, como “lavandina”.
En realidad, un traductor automático es una herramienta práctica a disposición de cualquiera para ayudarle a traducir algunas palabras o expresiones pero es necesario escribir oraciones completas, sencillas desde un punto de vista sintáctico y que carezcan de ambigüedad. También ayuda que las estructuras gramaticales y sintácticas de los idiomas con los que trabajamos sean parecidas. Ante la duda, mejor traducirlo personalmente o confiar en un profesional que arriesgarse a quedar en evidencia.
Escrito por: Helena González